abril 05, 2008

Aguaturbias docentes 1


Un niño de diez años come abrazado a su mejor amigo. En los recreos juega con todos sin distinción de sexo. Sus movimientos son armónicos y su voz suave pronuncia palabras correctas y amables. Nadie lo vio gritar ni agarrase a piñas. Desde la bien servida mesa de los maestros la de 5° le comenta a una colega “Pobrecito. Voy a tener que llamar a los padres a ver que están haciendo. Tan chiquito y ya es homosexual, ... cada vez está peor, ...yo no sé”.


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