septiembre 12, 2009

Pasar o repetir ¿esa es la cuestión?


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Repetir de grado no sirve para nada. O mejor dicho, no le sirve de nada a quién repite, porque a la escuela y a la división del trabajo sí. La primera se justifica a si misma sin mayores exigencias en un simple hecho burocrático y que no requiere ninguna conciencia "extra" y la segunda porque encontrará en los "no aprobados" a aquellos que harán los peores trabajos.
No existe ninguna razón didáctica, psicológica, médica ni política que justifique de manera científica que quien no cumple los objetivos debe repetir exactamente lo hecho el año anterior para hacerse con el saber.
Pero nada es casualidad. El origen de la decisión de hacer repetir está basado en unos pobrísimos textos "científicos" del siglo XIX que rezaban que los humanos aprendíamos por repetición, memorización, fijación, etc. Creer hoy en estos criterios es equivalente, y no es chiste, a confiar en que las enfermedades son producidas por maleficios o que la tierra es el centro de un sistema que gira a su alrededor.
Claro que la escuela argentina de aquellos tiempos no era culpable de estar diseñada según los avances del momento. Con la misma certeza podemos decir que las instituciones educativas actuales al hacer repetir a un niño o un joven están incurriendo en un acto brutal, cruel, discriminatorio y violento.

¿Por qué ocurre esto?

Pues porque tanto aquella vieja escuela como la contemporánea están situadas en el mismo tiempo histórico. La línea de tiempo no es la única manera de graficar “al pasado”, “al presente” o “al futuro”. En el mismo tiempo físico pueden convivir el pasado y el porvenir. A su vez “el pasado”, como fuerza política, puede convivir con dos siglos de diferencia.
Un ejemplo: en la Revolución de Mayo conviven el pasado y el futuro en un mismo momento temporal-físico: Moreno es lo nuevo, la vanguardia; Saavedra significa lo antiguo, el lastre de un tiempo que se resiste a ser ajusticiado.
La fuerza política es lo que determina, en última instancia, en qué tiempo se debe ubicar tal o cual persona o institución.
Nuestra escuela pública funciona con los conceptos del 1850 porque pertenecen a la misma fuerza política, al mismo pasado. Sistemáticamente se niegan los más evidentes avances. Que nuestros jóvenes y niños repitan es una prueba elocuente.
Se sigue educando para naturalizar la división actual del trabajo, para reclutar a los más aptos, y por supuesto, a los menos aptos.

El tiempo del alumno

Juzgados por no más de una docena de prejuicios arcaicos, los niños y jóvenes de nuestro país que concurran a escuelas estatales y que no alcancen lo que la escuela crea necesario, serán separados de su grupo y de sus afectos y deberán perder un año de sus vidas repitiendo, incluso, aquello en lo que se destacaron. Deberán enfrentar, además, los problemas de reconstruir sus lazos vinculares, su autoestima y luchar contra el prejuicio.

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Un repetidor, al fracasar, está siendo descendido, por la sociedad industrial, un escalón en su futura calificación laboral.
El caos y la impunidad adulta es tal que, por ejemplo, un alumno de secundaria debe volver a hacer las once materias de un año por no aprobar tan solo una. Incluso si se trata de Educación para la Salud.
O lo que es peor, un niño puede ser egoísta, mal compañero, individualista y descuidado pero si va bien en las cuentas (inventadas por los árabes en el 1600) y copia o descifra “correctamente” pasará por los siete años de la primaria sin mayores sobresaltos. En la misma sintonía si alguien es solidario, se esfuerza, aporta alegría y colabora con el desarrollo grupal no será tenido encuentra si no aprende la técnica de la división por dos cifras, el análisis sintáctico, el ciclo del agua, la germinación o las capitales de África.

agosto 05, 2009

Todos juntos

En varias ocasiones he utilizado el término "Capitalismo Monopolista de Estado" (CME) para definir la etapa actual de desarrollo del sistema burgués actual. Es el momento en que todas las instituciones del estado; todas sin excepciones, partidos de derecha e izquierda, asociaciones cámaras, jueces, escuelas, fuerzas de seguridad, sindicatos, etc; trabajan para los monopolios.
Permanentemente surgen ejemplos para demostrar esta situación que lleva, independientemente de las voluntades individuales, el agua para el molino del capital financiero. La concentración de la ganancia crea concentracion de la política.

Este es un claro ejenplo de unidad de clase que nos da la burguesía.
Miren la lista de siervos que se van a sumar a la farsa del INDEC. Todos juntos para asegurar la "gobernabilidad" (como bien lo dijo el Jefe Duhalde en el diario Clarín de ayer)

Acá tienen la lista

• Asociación de Bancos Privados de Capital Nacional
• Asociación de Fabricantes de Automotores de la República Argentina
• Académicos de diferentes universidades (UBA, Rosario, etc.)
• Sindicatos (Tanto progres como los camisas negras)
• ONG de consumidores y usuarios

Digo, falta la iglesia, el PC y BINGO!!!!!!

julio 31, 2009

en "La revolución es un sueño eterno", de Andrés Rivera, confieso que he leído

Escribo: un tumor me pudre la lengua. Y el tumor que la pudre me asesina con perversa lentitud de verdugo de pesadilla.
¿Yo escribí eso, aquí, en Buenos Aires, mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche? Escribí: mi lengua se pudre. ¿Yo escribí eso, hoy, un día de junio mientras oía llegar la lluvia, el invierno, la noche?
Y ahora escribo: me llamaron -¿importa cuándo?- el orador de la Revolución. Escribo: una risa larga y trastornada se enrosca en el vientre de quien fue llamado el orador de la Revolución. Escribo: mi boca no ríe. La p
odredumbre prohíbe, a mi boca, la risa

junio 26, 2009

Nos vienen a convidar a tanta mierda...

¿Cómo puede justificar la democracia burguesa la desgracia en la que está sumergido nuestro pueblo?

Narcotraficantes, banqueros, traidores, punteros, oportunistas. Todos sumergidos a diestra y siniestra en el show pornográfico de las elecciones. Solo pueden ofrecer caos.
Nada va a cambiar para los que trabajamos.
Para soportar tanta indignidad y farsa, un poco de música del poeta de la Revolución.



marzo 30, 2009

Se llevaron a Luis


Al comienzo de la película "Brazil" una mosca cae sobre el carretel de agujas de una impresora que enumera los apellidos de las futuras víctimas de la represión estatal. Es así que el "distinto" que iba a ser detenido por las tropas de la burocracia no será atrapado esta vez. La mosca caída cambia una letra del apellido que se imprimía. Un "inocente" será secuestrado en su lugar, desaparecerá.

Hoy se llevaron a Luís. No ocurrió en una película, ni en Brasil. Pasó en la escuela de Mataderos. Se fue porque no logramos detener a la burocracia, racista, miope y brutal, eficaz.

Luis nació en el bello Alto Perú. Por razones que él desconoce sus padres cambiaron la vida en las montañas por los talleres textiles clandestinos de Buenos Aires. Luís anda todo el día sucio: su ropa, sus uñas, su pelo. Luís repitió primer grado, también segundo. Por ser negro, por estar sucio, por ser repetidor fue puesto en segundo "B". Luís, los primeros días de clase de 2009 no habló, lloró y me reconoció al oído su tristeza por no haber podido terminar ese último ejercicio del examen que definió que, una vez más, perdiera a sus compañeros. Luis repitió porque sus maestras fueron ignorantes en lo profesional, irresponsables en lo político e insensibles en lo humano. Luís, en cuatro semanas en segundo "B", demostró estar alfabetizado, conocer para qué sirve ese conocimiento, tener completo y amplio manejo de la serie numérica, utilizar en más de un sentido la suma y la resta y sobre todo fue capaz de operar con una lógica tan (o más ) acorde a cualquier nene de su edad. Luis demostró una sensibilidad poco común. En veinte días de trabajo supo poner huevos, asumir el golpe de repetir e integrarse a un nuevo grupo con niños dos años más chicos que él.

Resulta que Luis tiene un hermano, muy parecido a él. En diciembre su mamá pidió una vacante para este hermano. Siguiendo con la nueva política de escuelas guethos de Mataderos se la negaron. Pues antes los bolivianos iban a las escuelas al sur de Alberdi. Ahora la zona de exclusión nace en la avenida Directorio. La mamá de Luis volvió a insistir en febrero. Sabedores de la imposibilidad legal de negar la vacante las “autoridades” le comunicaron que lo inscribirían pero sin beca del comedor (“Ya no quedan”, mintieron). Con tal noticia a esta señora no le quedó más remedio que anotar a su niño menor en una escuela a diez cuadras de la de su hijo mayor.

Hoy Luis llegó tarde. No traía el guardapolvo, esto me llamó la atención. Tras él venía su mamá. “Venimos a buscar sus cosas, lo cambio de escuela, me es imposible tener a los niños en escuelas distintas, no llego con los tiempos. Acá no quieren anotarme al chiquito”. Debo reconocer que la noticia me paralizó unos instantes. Hice silencio, traté de hacer memoria si tenía algún cuaderno de Luis para devolverle. Luego reaccioné. “Luis es mi compañero de trabajo, por qué se lo van a llevar”. Hablé con la mamá, le ofrecí mis datos para que los lleve como testimonio ante el supervisor de que “sí hay lugar en el comedor para el hermano de Luís”. La mujer me miró con extrañeza, quedó paralizada. Rápidamente le pedí a una colega que se quedara con los niños y me mandé como trompada hacia la vicedirección y luego a la dirección Alcé la voz, expuse argumentos sólidos, hablé de legitimidad, de legalidad, del esfuerzo de Luis, de su pasado, no les dí tiempo de reacción. “Decile a la señora que me espere” dijo en voz baja la Directora. Así fue que se reunieron en la dirección. Resultado final. No pudimos cambiar el destino de Luis. Se lo llevaron. ¿Qué hablaron allí adentro? No lo sé. “Ahora me dice que no hay vacantes en primer grado, que ya son veintiséis”, alcanzó a decirme la mamá de Luis. Yo no supe cómo reaccionar. Tuve la certeza de no querer pertenecer más a la institución escuela, apenas alcancé a contener mi ira para no ponerme a insultar e irme dando un portazo. Solo atiné a llamar a Luis, darle un abrazo y decirle “te vamos a extrañar”.

Se lo llevaron a Luis. Se lo llevó la burocracia. La tibieza de su madre para defenderlo, mi torpeza y mis miedos para dejar todo e impedirlo. Se lo llevó la implacable burocracia, atroz, obtusa e inexorable. Que nadie crea que la burocracia es una falla, un error, algo que anda mal. Una mosca en la impresora. Ese es su juego, su terreno favorito. Confusión perenne, desgaste sistemático, manejo inhumano en el guardapolvo de una directora de escuela, en la cartuchera de un comisario, en los antojos de un gerente, la lapicera de un ministro, el recetario de un psiquiatra, el llavero de un guardiacárcel.

marzo 15, 2009

Mi Patria mide cincuenta centímetros alrededor de mis pies. Soy del lugar en donde esté: Ciudadela, , Singapur, Mataderos, La Habana, La Paz, La Plata, Marruecos...
Sin embargo no puedo dejar de estar alegre de la idea que tuvo mi bisabuelo de venir de Roma para trabajar en la construcción del subte "A" . Gracias a él nací en sudamérica y puedo percibir la textura , la emoción y la historia de canciones como la que sigue. Tal vez ese sea el fuego que me ata aquí, el sueño que aquí duerme; y es por eso que yo ya no podré partir.



marzo 12, 2009

Leer y escribir, una decisión política

Este texto fue entregado a cada una de las familias de 2º B de la escuela de Mataderos
Los humanos escribimos desde hace 6000 años. Es la tarea intelectual más compleja que podemos realizar. Nuestra inteligencia funciona en base a nuestro lenguaje. Escribimos para dejar memoria, para informar, emocionar o protestar. Escribimos para nosotros, paro nuestros seres queridos, para nuestros enemigos. Los verbos Leer y Escribir no tienen una definición unívoca. La relación de los hombres y las mujeres con lo escrito no está dada de una vez por todas ni ha sido siempre igual: se fue construyendo en la historia. Leer no ha tenido ni tendrá el mismo significado en el siglo XIX y en el XXI.

Lo que hoy es capaz de hacer cualquier persona que haya terminada la escuela primarias sería impensable en el antiguo Egipto. Durante siglos los reyes, emperadores y faraones fueron los únicos autorizados para ser autores. Sin embargo no sabían escribir. Para ello estaban los escribas, que tenían prohibido “inventar” un texto y solo se limitaban a copiar lo que dictaba el Soberano. Así mismo, estos copistas no sabían leer, esa tarea era reservada para los actores. Todos estos, autores, copistas y lectores fueron por tiempos interminables una ínfima minoría de la población.

Llevó más de 5000 años de trabajo a la humanidad lograr la alfabetización universal y reunir en cada humano al autor, el copista y el lector. Si un niño de ocho años viajara a la vieja Babilonia sería considerado un semi-dios con poderes sobrenaturales por su capacidad alfabética.

Hoy, ya recorridos varios años del siglo XXI, las nuevas tecnologías nos sirven para enterrar sin honores a las viejas discusiones didácticas del siglo XIX. Ya sabemos que los copistas no son escritores, que los descifradores no leen. Ya no podemos debatir la importancia de la cursiva y/o la imprenta. Se debe aprender a escribir con dos manos sobre un teclado, punto.

La escuela tradicional propone un tipo de alfabetización mientras que la sociedad empieza a exigir otra. La democratización de la lectura y la escritura se ve acompañada de la incapacidad para hacerla efectiva. Si la escuela no alfabetiza para la vida y el trabajo ¿para qué alfabetiza?

El ejercicio pleno de la democracia es imposible mientras existan hombres y mujeres que no pasan los nivelas del mínimo deletreo y la firma. No habrá democracia real si no aumentamos el número de lectores (lectores plenos, no descifradores).

*Al respecto recomiendo la lectura de "Pasado y presente de los verbos leer y escribir" de Emilia Ferreiro.

marzo 05, 2009

Necedad, omnipotencia y reformismo guevarista

En este, este y aquel post denuncié un contundentemente aberrante caso de apeteheid en una escuela en Mataderos. En esos días llamé al INADI y no quisieron tomar mi denuncia anónima. Hablé del tema con las familias de más confianza de la escuela. Fueron a hablar con la directora y solo encontraron excusas de esas que confirman los delitos. Poco y nada pudo hacerse.
Ya en diciembre del año pasado en una entrevista con la directora intenté evitar que hicieran repetir a cinco niños del grupo de los segregados. No hubo caso. Solo logré que este año me designen maestro de segundo B.
Sí. Lo elegí. Y lo hice sabiendo que es imposible, en última instancia, cambiar el caráter represor y controlador de la escuela. Lo hice sabiendo que las pequeñas reformas no llevan a los cambios radicales y que solo transformando la base material daremos muerte al opresor.
Es así que hoy soy maestro de segundo B. El grado de los bolivianos y los argentinos negros (algunos niños que entraron en diciembre son argentinos blancos, cabe aclarar).
Elegí esto porque soy necio; porque, más de lo que me gustaría, creo que puedo con todo y porque si un compañero, un vecino o cualquier tipo o mina de mi pueblo necesita una mano yo me ofrezco. Aún si suena asistencialista, o más bien reformista. Pensándolo bien, me gustaría llamarlo, desde ahora, reformismo guevarista (léase humanismo)