Hace diez días que ya no están Leo y Juanma. No hay manera de alejar la tristeza. Cuando se acercaba la despedida recordé el fragmento del Adam Buenosaires que pongo a continuación. Eso tienen algunos libros. Perduran al tiempo y las tristezas. Allí aparecen. Y no es casualidad, porque Leo y Juanma tenían esa sutileza, esa frescura y esa liviandad del Poeta de Villa Crespo. Es cierto que "los Pibes" nunca escribieron poemas con letras pero sí lo hicieron con sonrisas y pases cortos.
Leo... Juanma... fue hermoso haberlos conocido.
Mi agradecimiento a vuestra amistad... en este pequeño homenaje.
“… nos internábamos en el cementerio…, llevando a pulso un ataúd de modesta factura (cuatro tablitas frágiles) cuya levedad era tanta, que nos parecía llevar en su interior, no la vencida carne de un hombre muerto, sino la materia sutil de un poema concluído.”
Adam Buenosaires, Leopoldo Marechal
3 comentarios:
Desde que nos dejaron físicamente, se instalo una nueva sensación en mi vida, pero el recuerdo de los buenos momentos ayuda a aliviar esta tristeza infinita.
como dice le verdugo, fue hermoso haberlo conocido.
“L”
L:Sí es elgo nuevo. Esta tristeza de tener amigos muertos. Por mi parte se me suma la bronca de ver cómo dos tipos geniales, llenos de cualidades, preparados para enfrentar cualquier desafío pierden la vida en un acto, aunque nos duela aún más decirlo, fríbolo e inútil.
Publicar un comentario