diciembre 17, 2008

¿Qué es la literatura?

Terry Eagleton, crítico literario y catedrático de la Universidad de Manchester revisa, en “Introducción: ¿qué es la literatura?”; de su libro “Una introducción a la teoría literaria”, cuatro definiciones de literatura. Las tres primeras son revisadas críticamente por el autor para llegar, a modo de conclusión, a la cuarta definición de literatura.
Decido compartir con ustedes una síntesis del capítulo pues (el texto original, obvio) se trata de un irremplazable análisis teórico realizado desde el materialismo histórico.

A. Literatura como obra de la imaginación en el sentido de ficción (algo que no es real) y de creación.
Desde esta perspectiva la literatura es obra de la “imaginación” en el sentido de ficción, de escribir algo que no es literalmente real. Para el autor esta diferenciación entre “hecho” y “ficción” o entre lo “histórico” y lo “artístico” se muestra dudosa si se analiza la historia de la literatura. Por ejemplo en Inglaterra a fines del siglo XVI y principios del XVII la palabra novela se empleaba tanto para denotar sucesos reales como ficticios. Tampoco esta diferenciación es aplicable, sostiene, para las antiguas agras islámicas.
Además la “literatura” incluye muchos escritos “objetivos” y excluye muchos de carácter novelísticos
Por otro lado el crítico se pregunta si son considerados literatura los escritos productos de la imaginación “¿La historia, la filosofía y las Ciencias Naturales. carecen de carácter creador y de imaginación?”

B. Formalistas rusos. La Literatura no en base a su carácter novelístico o de imaginario sino en su empleo característico de la lengua. Una forma de escribir. Se violenta organizadamente (sistemáticamente) el lenguaje ordinario” Jakobso

Al analizar las ideas de lo formalistas rusos Eagleton explica que este grupo de “críticos militantes y polémicos”, “con espíritu científico práctico enfocaron la atención a la realidad material del texto literario. Según ellos la crítica debían separar arte y misterio y ocuparse de la forma en que los textos literarios realmente funcionan.”.
Para los formalistas la literatura era una organización especial del lenguaje, con leyes propias específicas, estructuras y recursos que debían estudiarse en si mismos. Sostenían que la literatura transforma e intensifica el lenguaje ordinario alejándolo sistemáticamente de la forma en que se habla cotidianamente. Lo literario era una “función de las relaciones diferenciales entre dos formas de expresión” (lo cotidiano vs. los recursos formales) y no una propiedad inmutable.
El funcionamiento de los recursos que le permitían a la literatura lograr el efecto enajenante o desfamiliarizante sobre el lenguaje “normal” podía analizarse como el funcionamiento de una máquina.
El resultado del funcionamiento de los recursos de la literatura muestra una paradoja, pensaban: “Un conjunto más o menos arbitrario de “recursos” deforman el lenguaje ordinario alienándolo pero a la vez proporcionan una posesión más completa del mismo.”
Consideraban a la literatura como una especie de violencia lingüística sobre el lenguaje ordinario.
Terry Eagleton critica esta definición y lo justifica explicando que es “no pasa de ser una ilusión creer que existe un solo lenguaje “normal”, “…cualquier lenguaje real consiste en gamas muy complejas del discurso, las cuales se diferencian según la clase social, la región, el sexo, la categoría”. “Estos factores no pueden unificarse en una comunidad lingüística homogénea”. “El hecho de que el lenguaje empleado en una obra parezca `alienante` o `enajenante` no garantiza que en todo tiempo y lugar haya poseído esas características”.
Por otra parte el autor del apunte explica que si se define a lo literario como aquellos textos que tengan un uso especial del lenguaje (Sintaxis, metro, ritmo, sonidos, etc. que intensifican, condensan, retorisan, comprimen, extienden e invierten el lenguaje ordinario) hay que considerar el hecho de que aparecen estos recursos en textos que no son considerados literatura y que “no hay recurso literario “que no se emplee continuamente en el lenguaje diario”
Es el contexto el que determina el carácter literario. El lenguaje carece de calidad o propiedades que permitan distinguirlo si una expresión se trata de literatura o de un comentario realizado en un bar, por ejemplo.
Por lo tanto, teniendo en cuenta esto último cualquier texto puede adquirir o perder su carácter de “raro“ o “ajeno”. Es suficiente que cambie de contexto, de clase social, de tiempo, etc.” Arrancado de su contexto cualquier enunciado de índole pragmática podría transformarse en literatura y viceversa.

C. La literatura es un discurso no pragmático.
“Cuando el poeta nos dice que su amor es cual rosa encarnada, sabemos, precisamente porque recurrió a la métrica para expresarse, que no hemos de preguntarnos si realmente estuvo enamorado de de alguien que por extrañas razones, le pareció que tenía semejanzas con un a rosa. El poeta simplemente ha expresado algo referente a las mujeres y al amor en términos generales”.
Con este ejemplo Terry Eagleton analiza críticamente la visión que sostiene que son literatura los discursos no pragmáticos. Aquellos que carecen de un fin práctico inmediato y que por el contrario se refieren a una situación de carácter general y que, a veces, para no dejar duda utiliza un lenguaje peculiar. Es decir, a diferencia de la definición de literario de los formalistas que hacían pie en la forma material de la literatura, aquí se habla de lo literario cuando la forma trata de manera general y no pragmática el tema.
Para el crítico inglés esta definición de literatura encierra problemas. Principalmente para aquellos textos considerados literatura y que “el valor –verdad y la pertinencia práctica de lo que se dice se considera importante”. Pone como ejemplo muy claro de esta situación la obra de George Orwel y lo que él pensaría “al enterarse de que sus ensayos se leerían como si los temas que discute fueran menos importantes que la forma en que los discute”.

D. Literatura es la forma en que se decide leer algo y no algo que está en la naturaleza de lo escrito.
Por último el autor de este apunte deduce que aún tomando el tratamiento no pragmático del discurso como definición de literatura no se puede definir a esta de forma “objetiva”.
Es a la forma en que alguien decide leer lo que define la literatura y no al que esté en la naturaleza de lo escrito
Un escrito puede comenzar como historia o filosofía y, posteriormente, ser clasificado como literatura o viceversa. Algunos textos nacen como literatura y a otros se les impone ese carácter. “En este sentido puede considerarse la literatura no tanto como una cualidad o conjunto de cualidades inherentes que quedan de manifiesto en cierto tipos de obras, sino como las diferentes formas en que la gente se relaciona con lo escrito”. “No hay nada que constituya la esencia misma de la literatura”
Literatura es un término funcional y no ontológico. Es una definición hueca. Son los juicios de valor los que lo rellenan y estos, a su vez, están compuestos de lo que se considera “bien escrito” (“una forma de escribir altamente estimada”)
Por lo tanto las definiciones de literatura son acepciones históricamente específicas pues el concepto de valor es transitorio. Se lo asignan algunas personas en circunstancias especificas “basándose en determinados criterios y a la luz de criterios preestablecidos”. La valoración de las obras sufre una inestabilidad producto de la evaluación que en cada época se haga de ella. Las sociedades reescriben todas las obras literarias que leen. Las obras experimentan cambios al llegar a nuevos grupos humanos
Una obra literaria es un enunciado y como tal está formado por una estructura de valores que constituyen su ideología “…no hay posibilidad de formular una declaración totalmente desinteresada” Y la gente aprecia las obras literarias a partir de lo que suponen que es la literatura, lo que dan por hecho cuando se acercan a un poema, etc. Es decir sus hábitos de percepción y evaluación
En síntesis, “…la literatura no existe en el mismo sentido en puede decirse que existen los insectos.” sino que se constituye a través de los juicios de valor que son históricamente variables y que se relacionan estrechamente con las ideologías sociales. Dichos valores no solo no se refieren exclusivamente “al gusto personal sino también a los que dan por hecho ciertos grupos sociales y mediante lo cual tienen poder sobre otros y lo conservan”.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No sabía que Terry Eagleton fuese crítico literario. Encontré este verano un libro suyo, "Ideología: una introducción", que sólo pude hojear y tengo ahora mismo sobre mi mesa en la lista de "pendientes".

Sobre la definición de literatura, su intento de definición me parece interesante, pero en último término estéril: decir "literatura es aquello a lo que llamamos literatura" es una tautología.

Que el valor de una obra varía con el contexto histórico es indudable. Pero es su explicación de "por qué llamamos literatura a la literatura" en función de nuestras "ideologías sociales" lo que no me convence.

Obras de ámbitos geográficos y temporales muy distintos -los poemas de Omar Jayyam, la "Novela de Genji" de Murasaki Shikibu y nuestra Ilíada- pertenecen a contextos muy diferentes, pero pueden seguir siendo leídos y apreciados no porque el lector tenga resquicios teocráticos, imperiales o aristocráticos en su mente, sino porque estas obras siguen apelando a universales humanos, y eso es lo que los convierte en "clásicos".

Igualmente, dudo que alguna vez llegue a considerarse que las etiquetas de champú son literatura. Por lo tanto, la definición es demasiado amplia, por una parte, y demasiado restringida, por otra.

Me alegro de que esté de vuelta.

Otras Primaveras dijo...

Señor Verdugo: Un análisis profundo sobre la literatura, aunque con un marco teórico algo riguroso, complejo para desglosar.
Lo felicito por trabajar con este texto y lograr desglosarlo.
Para m.i, leteratura es compartir, logara decir justo lo que se quiere, literatura es disfrutar y sentir. Literatura es un recorrido infinito de las palabras. Literatura es libertad y buenas ideas. ¿Demasiado cursi? ¿Poco teórico? Si a Usted o a otros lectores les sirve de algo, entonces vale igual.

Severian dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Severian dijo...

Hay mucho del lector en cualquier lectura, supongo que a eso se refiere el punto D de la lista. Pensaba en eso mientras leía esta discusión en Jugo de Ladrillo ¿Por qué hay que dar más importancia a "lo que el autor quiso decir" que a "lo que el lector quiso entender"? ¿Por qué no es lo segundo tan digno de análisis como lo primero, tan significativo de la importancia de un texto?

Después de todo, la escritura de un texto y su posterior lectura es un ejercicio de comunicación. Lo que un autor escribe e intenta significar es tan descriptivo de sus ideas y su contexto cuanto lo es lo que un lector lee e interpreta de sus propias ideas y contexto.

Johnathan Swift escribió Los viajes de Gulliver cómo una ácida sátira sobre la política de su tiempo, su lectura moderna por parte de niños en edad escolar se centra en el componente fantástico de la crónica y su sentido de maravilla. Lo que esa novela nos dice sobre la política internacional de la corona inglesa en el siglo XVII y la posición peresonal de Swift al respecto, no es menos que lo que su lectura moderna nos dice sobre la tendencia presente a alejar la discusión política del alcance de las masas y a cambiar el foco para ocultar cualquier crítica política. El mismo fenómeno se puede ver en una leyenda como Robin Hood, escrita como una crónica de la resistencia sajona al invasor normando, que hoy es leída como una novela de aventuras.

Lo que el autor quiso decir en un libro nos dice mucho sobre él y sobre su contexto histórico. Lo que un lector quiso leer en un libro hace lo mismo. Tal vez se pueda decir que cualquier análisis de un texto que se base sólo en lo primero, es en realidad un análisis rengo.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Estimados: estoy a pocas horas de iniciar un breve viaje. Agradezco sus comentarios y quisiera contestarlos con el respeto que se merecen. Veré de hacerlo en algún rincón de sur. Si no se da lo haré al regreso al regreso. Espero sepan volver al debate pues hay cosas que discutir con respecto a "qué es la Lit."
Saludos

Anónimo dijo...

Aprendi mucho