julio 14, 2008

en "El verdugo en el umbral" de Andrés Rivera, confieso que he leído

Le dije a Reedson que cada hombre en paro recibía dos pesos por día del fondo de huelga.¿Por qué él no?
Buena pregunta, me contestó. Su risa no era alegre.
¿No estás en huelga, vos?, le pregunté, y le clavé un cuchillo de vinagre.
Soy el secretario del Sindicato, no un banquero al borde de la quiebra. Entendé. Entendé eso por lo menos…
Miré al hombre que me pedía que lo entendiera, al que comió cerdo en la puerta de una sinagoga, y que, secretario del sindicato, no tocaría un peso del fondo de huelga, así vos y yo nos quedáramos sin pan y sin zapatos. Esa vez lo entendí. Y lo miré.

7 comentarios:

Otras Primaveras dijo...

Hombres con principios nomás, todavía quedan. Y no sólo en la literatura.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Coincido, Otras Primavreras.
También quedan mujeres con ética ravolucionaria, que realizan una acción imprecindible entre las masas, militantes inquebrantables, llenas de esperanzas. Muchas de esas, a demás, viven en contacto con la literatura.

Clandestina dijo...

Coincido con ambos y creo q un par de ejemplos, entre los tantos anónimos q puede haber, son el propio Andrés Rivera y su compañera, Susana Fiorito, con la creación a pulmón de la Biblioteca Popular de Bella Vista -barriada de Córdoba-, de un centro cultural donde enseñan distintas artes y oficios y de la Fundación Pedro Milesi, luchador popular de aquellas tierras.

Algún día lograré llegar hasta allá a conocerla. Tengo guardada una entrevista de hace unos años donde Andrés Rivera cuenta, entre otras cosas, estas acciones concretas. Me gustaría compartirla porque creo que vale la pena conocerla o releerla. Esta noche chequeo si anda el link y lo pego o lo envío por email.
Saludos!

Clandestina dijo...

Encontré la entrevista: "En esta dulce tierra", por Claudio Zeiger. Y rectifico, hablan los dos, Susana Fiorito y Andrés Rivera.

La publicaron el lunes 4 de febrero de 2002 en Radar (Página/12):

www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-80-2002-02-04.html

Probé el vínculo y funciona, pero si tuvieran algún inconveniente para acceder, avísenme por mail q les envío el texto completo.

Saludos.

Severian dijo...

Por qué será que a mi me evoca cosas tan distintas el escuchar "secretario general del sindicato". Será que han cambiado los tiempos, y para mi generación "sindicato" es un sinónimo de "corruptela". Que lo parío...

El Verdugo en el Umbral dijo...

Clandestina: Así es, coincido con que Rivera y su esposa son de estas personas con moral revolucionaria.
El caso del escritor es un gran ejemplo del intelectual popular, que a demás de realizar su tarea estético-política como escritor vive junto a su pueblo codo a codo con los problemas.
En estos tiempos la moral revolucionaria se expresa en otros términos también, Hay un nuevo proletariado, joven, urbano que posee una gran fuerza moral y transformadora. Lo que ocurre es que el pensamiento liberal de izquierda de la pequeña burguesía universitaria no lo comprende
Saludos cordiales, gracias por el Link. Lo leo y comento.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Está muy bien, Severian, que el término Secretario del sindicato te cause eso. Hoy los sindicatos son una apéndice de las multinacionales, las patronal y el estado. Todos, sin excepción y sin vuelta atrás.
Ocurre que en los años 30 esto no era así. A diferencia de nuestros días, en los que la lucha pasa por la aurtoconvotoria y las nuevas formas de lucha, a comienzos de siglo pasado las organizaciones obreras eran conspirativas y allí se agolpaban los obreros con conciencia y ánimo de lucha.
Hoy sindicalizarse es entregarse al enemigo. Elegir un delegado es aceptar la disputa en los términos de la patronal.