junio 20, 2008

en Sombra de la sombra, de Paco I. Taibo II; confieso que he leído

Tomás Wong (secretario del sindicato, anarquista) recorrió el almacén hasta el final buscando al encargado para preguntarle por los materiales. Cuando al fin lo encontró perdido entre rollos de tela éste le dio trescientas explicaciones inconexas sobre por que no habían llegado las maderas, y el chino pensó que se había montado un enjuague para robarle centavitos a la fábrica. En esto, Tomás era muy claro. Los trapiches de los empleados de confianza eran cosa de ellos. Si hubiera sido un sindicalizado, otro gallo hubiera cantado, porque había un código de conducta implícito que decía muy claramente que un trabajador peleaba de frente contra la fábrica, que si quería más dinero lo ganaba en el combate sindical, pero no robaba. El código pasaba de viejos a jóvenes y había nacido con el sindicato. Sus cláusulas, fijas pero no escritas por nadie, establecía otra multitud de pequeños usos, como el de nunca hablarle al capataz si no era por motivos de trabajo, o el de resolver los problemas de la producción por uno mismo, o cubrir al enfermo, proteger al cansado, apoyar y sostener al aprendiz.

17 comentarios:

@PaloMedrano dijo...

Mucho, lo que se dice mucho, no entendí.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Estimado banderín solferino: es verdad que mucho no se entiende. Es un fragmento de una hermosa novelas del escritor mexicano P. I. Taibo II.
El pedacito que publiqué es la parte que me sigue rebotando en la cabeza. Hace referencia a la moral revolucionaria de lis anarcosindicalista de los años 20.
Comparado con la paparruchada de ahora... bueno ... Todo dicho

Lo que más me gusta es eso del código de conducta implícito entre los obreros
nunca hablarle al capataz si no era por motivos de trabajo, o el de resolver los problemas de la producción por uno mismo, o cubrir al enfermo, proteger al cansado, apoyar y sostener al aprendiz. Tiene una enorme poesía proletaria

Clandestina dijo...

Me resultó inevitable q la comparación con los tiempos q corren, surgiera con la fuerza de un río paralelo (y nauseabundo) durante la lectura.

Ese código transmitido de generación en generación desde la acción, es una joyita q supera por lejos a la palabra escrita en los contratos y sus cláusulas. Y a la vista actual, creo q nos deja desnudos frente a nosotros mismos y hasta donde podemos llegar a envilecernos
por un pedacito de poder.

Jean Paul dijo...

Está muy bueno. Queda descolgado. Pero es mejor, a veces.

Clandestina dijo...

No alcanzo a verlo, Jean Paul ¿qué se supone q queda descolgado y de qué?

Lo decís como si fuera una prenda colgada fuera de lugar, a las apuradas o como si fuera demodé detenerse en temas q la máquina de la inmediatez no para de intentar sepultar...

Saludos

El Verdugo en el Umbral dijo...

Clandestina: creo que J: Paul se refiera a que es recorte es "muy recorte".
Por lo que lo conozco sé que acuerda con vos en lo que valorás.
Por cierto, sí, es muy hermoso eso de la transmisión oral de valores imprescindibles. A demás de tener un alto contenido moral y conspirativo es bello.
Este escritor mexicano es la prueba de que (como dicen los cubanos) se puede caer parado en el panfleto.
El Arte sí puede estar abiertamente del lado del pueblo y mantener calidad estética.

El Verdugo en el Umbral dijo...

JP: gracias por al visita loco.

pedaleador sedentario dijo...

nos han hecho mierda, ojala existieran esos codigos hoy en dia, la gente se fija que turno labura mas o menos, mientras gana apenas para subsistir.
saludos reaccionarios

Otras Primaveras dijo...

Es un literatops, gente. No siempre las palabras están al alcance de todos a la vez. Las mismas palabras pueden calar profundo o pasar por el costado. Simplemente, el Verdugo descansa en estas palabras pues , creo, le gustaría que estas fraces citadas sean parte de su propia autobiografía.
A mi me gusta su literatops Verdugo. No es fácil, pero deja entrever que el personaje tiene personalidad y pura ideología libertaria. Cómo Usted...

Ruth dijo...

Copado que te guste Paco Ibáñez...

Clandestina dijo...

El Verdugo, gracias por agregar luz. Al parecer, yo también hice un recorte sobre el de Jean Paul, sólo q mi punto de partida fue opuesto
al suyo. Me ganó cierta vehemencia (o me dejé ganar) y no lo vi.

Por cierto q comparto su afirmación acerca del lugar q elige el Arte para plantarse y crear desde allí.

Otras primaveras también aporta una hermosa claridad...

Saludos

El Verdugo en el Umbral dijo...

Minerva: Paco Ibáñez me gusta, su música me conmueve. Tiene un gran talento para descifrar la musicalidad de la poesía y transformarlo en canción. Suelo escucharlo cada vez que me siento en mi computadora a escribir.
Gracias por la visita.

Clandestina: la vehemencia es otra de las cosas que puede generar el arte. En este caso se trata de un cacho de cultura proletaria. No está mal sentir bronca contra quienes bastardean este tipo de arte. Aclarada la confusión con JP, él también admira la estética de clase.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Minerva: Paco Ibáñez me gusta, su música me conmueve. Tiene un gran talento para descifrar la musicalidad de la poesía y transformarlo en canción. Suelo escucharlo cada vez que me siento en mi computadora a escribir.
Gracias por la visita.

Clandestina: la vehemencia es otra de las cosas que puede generar el arte. En este caso se trata de un cacho de cultura proletaria. No está mal sentir bronca contra quienes bastardean este tipo de arte. Aclarada la confusión con JP, él también admira la estética de clase.

El Verdugo en el Umbral dijo...

Otras Primaveras: Así es, se trata de un Literatops (esa genial invención de Severian ). Pedazos de literatura que retornan a la mente… que viajan con nosotros. Está muy bien que aclares que pueden tocar alguna fibra o ser indiferentes, pues los literatos se agarran de las cabezas de las gentes, y como estas son distintas, diferentes son también los amarres.
En cuanto a mi ideología ácrata…. Sí debo reconocerlo… siempre tendré un costado libertario.
Gracias por pasar, vuelva pronto, yo sin Ud. siento sueño…

El Verdugo en el Umbral dijo...

Reaccionario: alguna vez la clase obrera argentina tuvo estos códigos de hierro. Luego la inmensa mayoría le entregó la dirección al líder burgués que casi le da muerte.
Pero no todo es pérdida. Hoy un nuevo proletario aparece. Joven, especializado, rebelde, incrédulo de los político tradicionales y dispuesto a luchar.

Anónimo dijo...

"Contrario de la misma idea" (aunque por lo leído no tanto) veo que esta sita literaria refleja una práctica moral a la que parecemos ser ajenos, no nos pertenece, pero que sin embargo admiramos...Pregunto: ¿admiramos eso pero no hacemos eso? Cómo es entonces...parece ser que este tipo de actitudes proletarias son elogiables en la literatura o en la realidad muerta de los libros de historia que con las mejores intenciones del mundo se encargan de rescatar y mostrar un proletariado romántico, conciente, pero muerto...vuelvo a preguntar ¿estas pautas morales pertenecen a principios de siglo?¿o las colocamos ahí para que estén quietitas y no nos muestren las nuestras? ¿no se practican porque son anarquistas? es decir seguimos alejando estas prácticas por las dudas ellas nos miren , nos pregunten, se rían de nosotros...
Bien.. los medios son los que van construyendo los fines (categórico)Ningún cambio será posible si su propios medios no lo validan, lo sostienen, lo hacen ser.
He dicho...

El Verdugo en el Umbral dijo...

Estimado Ácrata Anónimo: definitivamente estamos más cerca que lejos. Ud sabe que la diferencia es la dictadura del proletariado. Nosotros no creemos en la magia. Sabemos, porque estudiamos científicamente, lo que vendrá.
En cuanto a la moral proletaria que resalta el texto debo decirle que es muy parecida a la que viene demostrando nuestro proletariado joven contemporáneo. Autoconvocatoria, enfrentamiento solidaridad.
La cita da cuenta de la superioridad moral del proletariado frente a la moral burguesa. Es tan solo un ejemplo. Puse ese que me queda rebotando permanentemente en la mente, pero podría agregar lo que Tosco le dijo a los combatientes en Trelew antes de la fuga o lo que me contó un obrero hace unas semanas en la puerta de una automotriz monopólica..
Los anarquistas han hecho un gran trabajo a la hora de forjar la moral revolucionaria. Eso corre por las venas del actual movimiento obrero. Los medios lo silencias, pero los revolucionarios lo sabemos y lo llevamos como bandera.
Además, la posición del Chino Libertario da cuenta de un sindicalismo que hoy no tiene lugar dentro de las estructura de los sindicales. Los obreros saben esto y ya están desarrollando nuevas formas de organización de lucha

Fue un gusto tenerlo por aquí. No deje de pasar.

Saludos revolucionarios y abajo es estado burgués