junio 30, 2008

Salvador

Una réplica de las gafas rotas del presidente Salvador Allende fue instalada
el jueves 26 de junio de 2008 frente al palacio de gobierno de La Moneda en Santiago de Chile
(Imagen y epígrafe extraídos de La Jiribilla)

Dentro de las fuerzas políticas que se desarrollan en el capitalismo podemos hallar de todo. Desde las fuerzas más reaccionarias y oscurantistas cercanas al medioevo hasta las fuerzas acomodaticias sin ideas propias y por supuesto las progresistas.
Independientemente de la cuestión de fondo de si es necesario cambio radical o paulatino de la sociedad, quisiera traer hasta aquí un nombre que por su acción revolucionaria y compromiso se ha ganado el respeto universal: Salvador Allende.
Su figura cobra hoy un sentido desenmascarador. El compromiso, la valentía y la ética con que ejerció su gobierno deja al desnudo a todo el arco de la política parlamentarista burguesa.

En especial a los que hoy, bastardeando la palabra socialismo y fabricando caretas con términos progresistas son fieles administradores de los monopolios.
La represiva Bachelet, el lamebotas Tabaré, el genial administrador Lula y los mercachifles K (solo por nombrar a los más arrastrados) representan la contratara de Salvador.

El cubano Pedro de la Hoz escribe sobre Allende, con gran acierto, en La Jiribilla "El forma parte del acervo cultural que recoge una generación nacida tras el retorno de los militares a los cuarteles y la instauración de una democracia de tintes neoliberales. Él acompaña a los estudiantes que se rebelan contra los recortes financieros a los programas de enseñanza, a los obreros que exigen mejores condiciones de vida, a las mujeres que reivindican respeto, a los mismos soldados –conocí a varios- que se avergüenzan de las práctica de horror de sus antecesores..."

Esta es la gran verdad que se intenta ocultar. Una nueva generación está asomando. Un nuevo proletariado, una juventud con un profundo espíritu rebelde que descree totalmente de los políticos de estas democracias y que en sus luchas actuales han hecho renacer al Compañero Allende

junio 20, 2008

en Sombra de la sombra, de Paco I. Taibo II; confieso que he leído

Tomás Wong (secretario del sindicato, anarquista) recorrió el almacén hasta el final buscando al encargado para preguntarle por los materiales. Cuando al fin lo encontró perdido entre rollos de tela éste le dio trescientas explicaciones inconexas sobre por que no habían llegado las maderas, y el chino pensó que se había montado un enjuague para robarle centavitos a la fábrica. En esto, Tomás era muy claro. Los trapiches de los empleados de confianza eran cosa de ellos. Si hubiera sido un sindicalizado, otro gallo hubiera cantado, porque había un código de conducta implícito que decía muy claramente que un trabajador peleaba de frente contra la fábrica, que si quería más dinero lo ganaba en el combate sindical, pero no robaba. El código pasaba de viejos a jóvenes y había nacido con el sindicato. Sus cláusulas, fijas pero no escritas por nadie, establecía otra multitud de pequeños usos, como el de nunca hablarle al capataz si no era por motivos de trabajo, o el de resolver los problemas de la producción por uno mismo, o cubrir al enfermo, proteger al cansado, apoyar y sostener al aprendiz.

junio 09, 2008

Manuel Belgrano, una bandera para la Revolución

Es larga la lista de debates acerca del origen de la bandera. No está claro cuáles fueron los colores de la primera, que fue izada por Belgrado en febrero de 1812 en lo que hoy es la ciudad de Rosario. Lo que sí sabemos, y está claro, es cual era el pensamiento de Belgrano. El papel central que jugó en la Revolución de Mayo. Su postura intransigente en contra de la esclavitud y la servidumbre, de la opresión de los poderosos sobre los débiles, de la improvisación. Conocemos la vigencia de sus escritos económicos y políticos y su mirada estratégica sobre el continente. Su lucha por lograr la unión de los latinoamericanos.
Además, y por sobre todo lo otro, conocemos cuáles fueron sus actos. Sabemos que peleó contra el despotismo con valentía y decisión revolucionarias; que fundó decenas de escuelas mientras combatía el oscurantismo que impartía la iglesia; que de la nada creo un ejército popular con criterios democráticos; que devolvió tierras a los indígenas; que castigó severamente a los desertores y corruptos; que nunca cobró un solo centavo por todo esto.
Todos los argentinos reconocemos esta bandera como propia. Es cierto también que en nombre de ella se han hecho cosas sumamente contradictorias y hasta hoy ese parece ser su destino. Pero, y cada vez somos más los que pensamos así, cuando la vemos tenemos la certeza de que se vienen tiempos de cambio y que más temprano que tarde llegarán la paz y justicia.

junio 03, 2008

Debajo de esas chozas

Estimado lector: la semana pasada el mundo se enteraba de la existencia de una tribu perdida en el tiempo en medio del amazonas.
Ahora olvídese por un momento de la larga discusión entre civilización o barbarie. Deje de lado la cuestión indígena. Aparte de sus pensamientos todas las ideas humanitairas del tipo "pero esa gente no tiene vacunas, ni atención médica, ni educación". No le haga caso a los apologistas del paraíso precolombino. Relájese. Mire con atención la siguiente imagen y sepa (mientras sufre de envidia) que bajo esas chozas primitivas se esconde el gran tesoro perdido de la humanidad:

¡¡¡EL MATRIMONIO
POR GRUPOS!!!



A veces quiero creer que todo pasado fue mejor.

Saludos